Poderosa propuso un juego el otro día. Se trata de escribir una carta de amor a alguien (imaginario o no, futuro, presente o pasado) pero lo mejor es que pinchéis aqui, y vayáis a su blog y lo veais.

Pues sin más ahí va mi participación, algo tardía, en el juego:

Despierto sueño contigo
y cuando duermo pienso en ti.
Con los ojos abiertos
mi mente se escapa a otro mundo
en dónde todo va bien.
En ese lugar nunca meto la pata,
allí nunca me equivoco
y cuando miro tus ojos
puedo saber que deseas.
En todo momento veo tu sueños
y allí soy capaz de conseguir
que se cumplan.
Cuando menos lo esperas
te digo la palabra que quieres oir
o te doy el beso que necesitas.
Si tienes calor
te doy la caricia
que hace que te estremezcas,
más si tienes frío
me acerco por detrás
para envolverte en mi abrazo.
En mi edén no hay llanto,
no hay guerra ni sufrimiento
ni pena ni tristeza
porque la melancolía no existe.
Desde lo alto de una montaña
cogidos de la mano
miramos juntos el cielo azul
y somos felices
respirando un aire puro
que huele a tormenta recien escampada
y a hierba húmeda.
Cuando despierto de este sueño
Releo lo que he escrito:
¡Hay que ver,
que paraíso más sencillo
pero que inalcanzable que es!

Un día te conocí,
me conociste,
nos conocimos,
pasaron los días y no supimos como decirlo,
pero era lo que sentíamos,
lo que queríamos los dos…
ser uno el mundo del otro.

Viviendo los días juntos disfrutamos,
de los momentos buenos
y de aquellos que preferimos no recordar,
yo era tu día, tú mi noche
nos completábamos,
como piezas de puzzle
que hizo que nos juntáramos.

Una noche de paseo,
junto a ese estanque,
el reflejo de la luna,
me hizo ver que la tenía conmigo
y me contestaste,
que siempre estaría a mi lado,
porqué ahora no veo ese reflejo en el estanque.

Caprichos del destino,
que hizo conocernos,
que hacer para ver ese reflejo en el estanque
que haría para perderlo
que haré para recuperarlo
una vez hice que tocaras la luna
cuan difícil será que vuelvas a tocarla.

En el Metro de Madrid es frecuente encontrarte con gente pidiendo. Siempre que veo a alguno me pregunto que situaciones de la vida les han llevado a estar donde están y me pregunto también si es posible salir de ahí.

Hay varias clases: por un lado están los que van con una guitarra o un acordeón cantando de vagón en vagón o están parados tocando en algún pasillo. Lo hacen realmente bien, se podría formar una orquesta con ellos. Hay auténticos virtuosos de la guitarra, el teclado, el violín o la trompeta y hay cantantes cuyas voces no tienen nada que envidiar a las voces de otros artistas más famosos. Por otro lado están los que dan más pena: mujeres rumanas que van con sus bebés, gentes que viven en la calle y otros con problemas de alcoholismo o drogadicción, pero me estoy desviando del tema puesto que quería hablaros de una persona en concreto: la payasa.

Me encontré con ella dos veces en la línea 2 y va vendiendo marcapáginas que ella misma hace. Lleva la cara maquillada de blanco, con los labios muy rojos y coloretes en las mejillas. Lleva puesto unas ropas muy divertidas y una nariz de pega. Es una persona extrovertida que según entra en el vagón lo llena con su función. Se fija en la gente que hay dentro y siempre de un modo divertido pero a la vez respetuoso entabla conversación a grandes voces con cualquiera que le siga el juego.

Como ya dije solo compartí con ella dos estaciones en dos días diferentes pero consiguó ruborizar a unos, carcajadas de otros y sonrisas de todos. Si tenéis suerte y os encontráis con una chica disfrazada como los del anuncio de Micolor podréis conseguir por un módico precio un marcapáginas dedicado y un rato alegre y divertido del que os acordaréis toda la vida, con esta persona capaz de poner un poquito de color a un día gris.

Acabo de entrar en el metro en Argüelles y son las diez de la mañana. No tengo clase hasta las doce y he estado dando una vuelta por Moncloa. Estoy en la línea 6, la circular, y aún faltan unas cuantas paradas para llegar a Méndez Álvaro, donde cojo un autobús hacia Aranjuez.

El vagón está casi vacío: unas diez personas. Al otro lado hay un joven y una persona mayor. En el medio hay dos mujeres con un bebé y el cochecito del niño y frente a mi hay una mujer muy guapa. Tendrá unos treinta años. Es delgada y lleva su largo pelo castaño recogido con una pinza. Tiene puestos unos vaqueros y un jersey de lana más bien ajustados y lleva unos zapatos negros con un pequeño tacón. Va bien maquillada y en las manos lleva un periódico, un bolso marrón y una carpeta llena de papeles.

En Príncipe Pío se abre la puerta que comunica los dos vagones y entra por ella un hombre. Tiene una mochila negra que deja en un asiento y va mal vestido. No es que su ropa esté vieja o sucia sino que parece que ha sacado cada prenda del armario de diferentes personas y luego se las ha puesto. De la cartera saca una bolsa pequeña de plástico y empieza a repartir unas fotocopias entre la gente. Con una mala caligrafía puedo leer:

"Javier tiene leucemia.
Los medicamentos para tratar su enfermedad son muy caros y no puedo pagarlos.
Javier tiene buen corazón, ayúdenme.
Por favor, devuelve la fotocopia"

Cuando salimos de Puerta del Ángel el hombre pasa recogiendo las fotocopias y el poco dinero recogido y se va por donde ha venido cruzando al otro vagón. La mujer me mira y me hace un gesto que creo comprender: me dice "¿sabes que Javier no existe?". Con otro gesto le respondo "Lo sé, pero al menos desayunará algo caliente". Ella mira a través de la ventana al hombre y se levanta. Se pone al lado de la puerta y antes de bajarse en Lucero me mira y me sonríe: "¡Buen día!". Le devuelvo la sonrisa deseándole también un buen día y saco mi cuaderno y un boli.

Estoy llegando a Méndez Álvaro y acabo de terminar de escribir esto.

Son tantas las cosas que hay en el mundo que nunca llegamos a entender… pero de qué sirve generalizar, centrémonos en nuestra propia vida, en el día a día. Si lo pensáis, mas de dos veces, cuando queráis hacerlo se habrá pasado… por ejemplo, cuantos problemas habréis hecho sin saber como, pero seguís un modelo y listo se hace, sin saber como hacer otro pero lo habéis hecho, es lo que cuenta, que está hecho.

Pues con la vida, sucede lo mismo que en el problema, cuantas cosas nos han sucedido a lo largo de la vida, sin saber como afrontarla y las hemos llevado adelante, y otras, que por pensar “más de dos veces” que hacer con ellas, se nos han pasado. La pena es que ya no vuelven, cada cosa que sucede en la vida es única e irrepetible, podemos forzar que vuelva a ocurrir, pero ya no será en aquel día, ni en la misma situación y quién sabe si con las mismas personas y con el mismo sentimiento.

Parece que lo lógico es pensar las cosas, pero pensad que no vuelven a suceder dos veces en la vida ni en las mismas condiciones, tampoco es hacer las cosas por hacer… solo hacerlas por que lo sentís y expresaros como sois. La vida es un camino lleno de puertas, las cuales hay que elegir, llamar o no, y una vez elegidas saber como y cuando llamarlas… entonces encontraremos las respuestas a las cosas que no habíamos llegado a entender.

...aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado...

...te das cuenta que casarse sólo porque “te estas quedando” es una clara advertencia de que tu matrimonio será en fracaso...

...comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas...

...te das cuenta de que si estas al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla...

...te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero...

...entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas...

...aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida...

...aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes...

...comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual...

...te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible...

...te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados...

...aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes...

...comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas...

...te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante...

...aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo...

...ante una tumba...

...ya no tiene ningún sentido...

Y recuerda estas palabras: “El hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde”.

...Justamente cuando: “YA NO HAY TIEMPO”

Nada queda en la mar,
durante la tormenta
el agua embravecida, rayos, truenos…
y allá a lo lejos, un barco.

A la deriva,
se encuentra el navío zozobrando,
a donde quieran llevarle las olas,
cada vez que revientan contra su casco.

Aún así, aguantó contra viento y marea,
y tras días de soledad en la mar,
y noches de amargura en la tormenta…
una mañana se levantó la neblina y allá a lo lejos,
en el horizonte…
se divisaba lo que no podría imaginar.

Ahora sabe que solo le queda esperar
que la mar le arrastre hasta la costa.

Una pareja hablando de sus cosas.
Un globo perdido de la mano de algún niño o no tan niño (tiene forma de pez, el globo no el niño).
Un anciano paseando con su cachaba dando vueltas a la plaza.
Tu vecino sacando a pasear al perro, si, ese que siempre te olisquea en el ascensor (que olera??).
La lluvia cayendo a contraluz de una farola por la noche.
El hermano de tu amigo que se va a entrenar (o a saber, que la juventud esta muy mal).
Una jauría de coches que intentar entrar todos a la vez y por la misma calle (que brutos).
5 coches rojos seguidos en fila, parados en el semáforo (que casualidad).
Tu antiguo profesor de lengua del instituto dando un paseo (se habrá jubilado ya).
Alberto que te viene a buscar al telefonillo (a comer pipas a la plaza, jeje).
Gorriones volando en círculos (no se marearan?).
Las hojas de un árbol cayendo por el viento.
La lluvia en el cristal.
Alguien que te suena su cara, será un vecino, el frutero, alguien del barrio...
La vecina de enfrente con la música a todo trapo.
Los niños que salen del colegio y los van a buscar (salen como locos).
Las nubes en el firmamento.
Una tormenta en la noche, con algún rayo a lo lejos.
Fuegos artificiales!!!!!.
Las risas de los niños del parque.
La gente que va y viene al kiosko.
Nada.
Todo.
Podría ser tu ventana.

Estoy buscando una palabra
en el umbral de tu misterio.
¿Quién fuera Alí Ba-Bá?
¿Quién fuera el mítico Simbad?
¿Quién fuera un poderoso sortilegio?
¿Quién fuera encantador?
Estoy buscando una escafandra,
al pié del mar de los delirios.
¿Quién fuera Jacques Costeau?
¿Quién fuera Nemo, el capitán?
¿Quién fuera el batiscafo de tu abismo?
¿Quién fuera explorador?

Corazón oscuro,
corazón con muros,
corazón que se esconde,
corazón que está dónde,
corazón en fuga,
herido de dudas
de amor.

Estoy busacando melodía
para tener como llamarte.
¿Quiém fuera ruiseñor?
¿Quién fuera Lennon y Mc Cartney,
Sindo Garay, Violeta, Chico Buarque?
¿Quién fuera tu trovador?

Corazón oscuro,
corazón con muros,
corazón que se esconde,
corazón que está dónde,
corazón en fuga,
herido de dudas
de amor.


Silvio Rodríguez

Hoy quería contaros una de esas historias sobre vagabundos que malviven en una gran ciudad como es Madrid. Ayer salí del trabajo a las ocho y me dirigí hacia el metro a la parada de Pueblo Nuevo. La verdad es que no puedo quejarme pues tardo poco en llegar a mi casa, no tengo que hacer ningún trasbordo ya que es línea directa a hasta Avenida de la Ilustración y la línea 7 es nueva y bastante rápida. (Poco es más o menos media hora).

Estaba de pie al final del último vagón, apoyado en la pared del mismo y en Avenida de América subieron cinco jóvenes y se sentaron en los asientos, que estaban libres. Tendrían unos 16 años cada uno e iban jugando con el móvil, unos móviles de última generación, caros, cambiando de melodías y viendo videos. Vestían bien, pijos, se veía que venían todos de buenas familias pero por su modo de moverse y sobre todo por su modo de hablar podría decirse que eran los líderes de su pandilla, los “malotes” de su barrio.

En Francos Rodríguez entró en el vagón un vagabundo que iba a Pitis. Era una persona mayor, muy delgada y que iba sin fuerzas. Calzaba unas botas roídas y sin cordones, un pantalón de un chándal y no llevaba calcetines. Tenía una camisa de cuadros y llevaba puesto un abrigo muy sucio. En las manos llevaba un periódico y lo único que hizo fue sentarse en el suelo, con mucho esfuerzo, a leerlo. El grupo del que os hable antes lo miraron con asco (la verdad es que todos lo miramos con asco, doy fe de que olía muy mal, desprendía un olor muy similar al de un vertedero) y uno de ellos se levantó y le dijo “que mal hueles” y se fue a sentar al otro lado del vagón, el resto de sus amigos le siguieron. Al poco el hombre se levantó con mucho trabajo, casi como si le llevara la vida en ello y se fue a sentar en el sitio que habían dejado libre los cinco niñatos (no tienen otro nombre) pero mientras que se levantaba y desde el otro lado del vagón le volvieron a gritar “aquí ni te acerques, basura”, pero el mendigo no le hizo caso y volvió a dedicarse a su periódico. El la parada siguiente subieron dos amigos de los niñatos y continuaron riéndose e insultando al mendigo y a la parada siguiente ya me bajé yo.

En ese vagón iban tres tipos de personas: los que no tienen nada y no piden nada, que no han tenido suerte en la vida y sufren cada día hambre , frío e insultos y vejaciones hacía su persona sin merecerlo. Luego estaban los que lo tienen todo. No lo merecen ni se lo han ganado sino que simplemente lo tienen y no son capaces de compartirlo ni meterse en la piel de otras. Este tipo de personas que se aprovechan de los demás y creen que están por encima de ellos. Y por último había otro tipos de personas: los que saben lo que esta bien y lo que no pero que no hacen nada.

La aventura comenzó hace mucho tiempo con una página web, la de los calzonazos. Primero como simple curiosidad, en un intento de aprender php subí a webcindario una plantilla php-nuke mediante la cual tuvimos un lugar donde subir fotos, participar en un foro y escribir lo que nos pareciera.

Después de cambiar de servidor al final la cosa no llegó a buen puerto y nos vimos obligados a cerrar la web, pero mis sueños de escritor fracaso habían despertado y una amiga me descubrió el mundo de los blogs.

De este modo surgió "Ya se que a veces no hago todo lo que digo", que debe su nombre a una canción titulada "Sobrevuelo" de un grupo llamado Lagarto Amarillo. Al principio iba a escribir sobre todo lo que no me gustaba. Reflejaría todo aquello que viera en mis viajes a Aranjuez en trenes, autobuses y metro de camino a la facultad y que creyera que no debiera ser así (hay tantas cosas que no debieran ser así....) Al poquito por esa puerta que estaba abierta en mi mente comenzaron a salir cuentos, poemas, reflexiones o dibujos... bueno... ya estaban ahí solo que empecé a publicarlos también llenando poco a poco el blog.

A mediados o finales de verano se juntaron un par de cosas. Por un lado me vino una desgana y apatía tremenda. No me apetecía escribir o lo que me salía no me apetecía publicarlo y cuando publicaba lo hacía un poco forzado. Por otro lado Meiko, una de las personas que más quiero me pidió que le enseñara html. A los pocos días su interés en el html cambió y me preguntó por el mundo de los blogs. Los engranajes de mi cabeza comenzaron a funcionar y al día siguiente a eso de las ocho de la mañana le mandé un mensaje al móvil diciendo ¿quieres participar en el mío en vez de abrir uno tu?

Al poquito ya éramos cinco escribiendo, unos más que otros, pero todos hemos dejado algo de nosotros mismos y nuestro blog ha cogido una personalidad propia y dentro de poco esperamos cambiarle los colores y las letras para que sea "más nuestro".

Pues nada, que este post es para deciros que ya llevamos 100 entradas escritas. Quería aprovechar esta oportunidad para daros las gracias. Primero a los que aquí escribís pues me encanta haberos contagiado y que haya más variedad. Se nota que cada uno escribimos diferente y hay mas actualizaciones. Segundo a todos aquellos que nos leen. GRACIAS, hace muchísima ilusión ver que alguien lee lo que has escrito y te pone un comentario, esté de acuerdo contigo o no, al menos se interesa.

Decir también que pienso que todo el mundo tiene algo interesante que contar y por ello publicaremos cualquier texto que escribáis y nos mandéis a la dirección de correo sobrevuelo@gmail.com (será revisado antes de ser publicado, claro).

Para terminar, gracias de nuevo a tod@s. Espero seguir conociéndoos a través de vuestros blogs o vuestros comentarios en este y que si queréis.... estamos tratando de abrir de nuevo la página en php. La dirección es http://todopasa.webcindario.com y aunque va muy despacito ya tenemos un foro en el que podremos conocernos mejor.

Besos y saludos según os correspondan

SACRIS

Nunca olvidaré tu mirada
en aquella celda de cristal,
con miedo llamé a la puerta
y no supe si entrar.
“Anda tonto, pasa”
me dijiste sin pensar,
tus miedos y mis fantasmas
me empezaron a acosar.

Cuanta fuerza tiene Campanilla
ni ella lo podía imaginar,
los piratas la atacaban
sin lograrla derrotar.
Alguna vez necesitó aplausos
para volver a brillar
pero manos no faltaron
ni llegarán a faltar

Con este humilde poema
te quería comentar,
que soy el más perdido
de los niños de Nunca Jamás.
Que nunca quise crecer
ni dejar de soñar,
pero cuando Garfio me hiere
me veo derrumbar.

Que a veces este Peter Pan de palo
no se sabe expresar,
pero el vuelo de tus alas
alegran su caminar.
Que cuando veo todo negro
y me cuesta hasta andar,
tu ejemplo tengo en mente
y me animo a luchar.

¿Alguna vez te has sentido al borde del colapso?

¿Alguna vez te has sentido fuera de sitio?
Como si de alguna forma no pertenecieras ahí
Y nadie te entiende
¿Alguna vez has deseado escapar?
¿Te encierras en tu habitación
Con la radio encendida tan alta
Que nadie te oye gritar?
-
No, no sabes como es eso
Cuando nada parece ir bien
Tú no sabes como es
Ser como yo
-
Estar herido
Sentirse perdido
Ser abandonado en la oscuridad
Ser pateado cuando estás hundido
Sentirse como si hubieras sido maltratado
Estar en el límite del colapso
Sin nadie ahí para salvarte
No, tú no sabes como es
Bienvenida a mi vida
-
¿Quieres ser otra persona?
¿Estás harto de sentirte excluido?
¿Estás desesperado de encontrar algo más antes de que tu vida se acabe?
¿Estás atrapado en un mundo que odias?
¿Estás cansado de todos los que te rodean
Con sus grandes falsas sonrisas y estúpidas mentiras
Mientras en tu interior estás sangrando?
-
No, tú no sabes como es
Cuando nada parece ir bien
Tú no sabes como es
Ser como yo
-
Estar herido
Sentirse perdido
Ser abandonado en la oscuridad
Ser pateado cuando estás hundido
Sentirse como si hubieras sido maltratado
Estar en el límite del colapso
Sin nadie ahí para salvarte
No, tú no sabes como es
Bienvenida a mi vida
Bienvenida a mi vida

En el tejado había un gato. Era negro pero el pelaje de su cuello era de color blanco y parecía que llevaba una bufanda. Su hocico también era blanco y de él salían unos bigotes largos y bien arreglados. Se pasaba las noches mirando a la luna y maullando canciones que sólo el conocía, y se decía a si mismo que aún le quedaba una vida.

Por las mañanas bajaba del tejado con esa elegancia que solo poseen los gatos. Odiaba al sol, pues hacía que la luna se fuera, y se escondía de él todo lo que podía. Se paseaba por los corrales y las cuadras con esperanzas de cazar algún ratón despistado o algún pajarillo que se hubiera caído del nido y al atardecer volvía a subir a su tejado.

Sus ojos verdes robaban el brillo que perdía el cielo y peinaba sus bigotes antes de que ella apareciera. Llevaba seis vidas esperando que su amor le dijera algo pero ella se limitaba a cruzar el cielo y volver al día siguiente, unas veces alegre, llena y blanca iluminándolo todo, otras triste y menuda.
Pasó la noche maullando sus mejores canciones, cantándole a la luna los mejores piropos, las cosas más bonitas que jamás un gato hubiera dicho, pero como cada día el sol volvió a aparecer en el horizonte y su luna desapareció por el otro lado.
Bajó de su tejado: aún le quedaba una vida y podría esperar un día más.


Mi Amor

Esa que imagino por las noches,
Que me abraza y me da calor,
Como Sol de atardecer en una noche de todo corazón;
Sólo tu y yo mi amor.

Me pierdo en esa pasión,
Las mariposas revolotean en mi interior
Escapan apenas sin luz,
Buscando refugio en la morada de mi amor.

Tus manos suaves y dulces como la miel
Me tocan como si fuera la primera vez
Escribiendo poemas de amor sobre lienzo desnudo en piel;
Y me estremezco cuando me dices solo tú MI AMOR.

Todos dentro de nuestro ser tenemos un pequeño volcán, con ganas de darle rienda suelta… un día se apagó y sentí perder todo mi mundo. Hecho cenizas se quedó ahí apagado por los restos, sentí perder el norte… incluso el resto de puntos cardinales en los que se sustentan las personas. Vagaba sin más… sin saber a donde ir ni querer preguntar a donde iba… Hasta que un día una brisa de aire fresco, reavivó los rescoldos que permanecían en la superficie de ese impetuoso volcán… sí bien dicho: impetuoso!! Porque ya no era el pequeño que pensaba, se dio cuenta que valía mucho más… y en ese momento tomó su actividad normal, sintiendo todo lo bueno de antes… incluso apreciando los pequeños momentos… esos que apenas pensamos sean especiales… pero que en realidad todos lo son. La pena es que todo fue una ilusión, bueno no… todo sucedió pero solo fue el preludio del final… el cual ya no tendrá un nuevo resurgir pero que siempre guardará con mucho cariño.

Si el cielo está gris


La soledad no está tan sola...
¡No ves que a mí no me abandona!
Como una tempestad que va arrancando los tejados;
no sé quien me quitó lo que jamás me había dado.
Me asomo a la ventana siempre está lloviendo
y en mi vieja radio suena "Sol de invierno".
Perdido en el camino entre el amor y el odio;
tan cerca del cielo como del demonio...

¿Qué ha pasado que no quiere salir?
- Un rayito de sol que me ayude a vivir.
¿Qué ha pasado? ¿Se ha olvidado de mí?
- Y yo me siento triste si el cielo está gris.

Dame licor de ala de gaviota:
quiero volar, mojarme con las olas.
Dame licor de oreja de conejo
que quiero oír tu voz aunque estés lejos.

Venga, Manolillo, déjame el sombrero;
el del ala ancha que llega hasta el cielo.
Ponlo boca arriba, llénalo de versos;
déjalos volar, ¡que los reparta el viento!.

¿Qué ha pasado que no quiere salir?
- Un rayito de sol que me ayude a vivir.
¿Qué ha pasado? ¿Se ha olvidado de mí?
- Y yo me siento triste si el cielo está gris.

Extrechinato y tu

El mundo en el que vivimos se está convirtiendo poco a poco en un manicomio gigante. Cada día me despierto y enciendo la televisión para ver las noticias. Esa ventana que abro solo me muestra cosas malas: terremotos, huracanes y miles de muertos en lejanos lugares, guerras y asesinatos sin sentido o gente que empuja a la vía del metro a otra persona sólo por que le apetecía, gente que arriesga su vida tratando de saltar una valla para escapar de la misiera, el hambre y la muerte, personas transportadas como animales y abandonadas en medio del desierto a su suerte…. en fin, mil cosas y la verdad es que ya no se si son las únicas noticias que se producen o lo único que quieren es meternos miedo, cambiarnos.

En cambio luego abro la puerta de mi casa y me encuentro con otro mundo, mi pequeño mundo. Aquí las cosas no son tan malas. Tengo una pequeña rutina que a veces cambia: voy a clase, hablo con gente, me río… vuelvo a casa, estudio, escribo algo, hablo con más gente…. ahora acabo de convertirme en becario y trabajaré veinte horas a la semana. Los fines de semana veo a mi gente y me río con ellos, mi familia siempre está aquí… es mi pequeño mundo.

Es cierto que no todo va bien. Al igual que en el mundo grande también vienen malas noticias y hay penas, unas las puedo superar o arreglar, otras no, pero en mi pequeño mundo puedo hacer algo, tratar de cambiarlo. En cambio el mundo grande… me queda grande. A veces pienso en una utopía: ¿Qué pasaría si todos tratáramos de mejorar nuestros pequeños mundos? Quizás el mundo grande también mejorara.



Gabino-Alejandro Carriedo.

Espera que se cargue. ¿No funciona? Pues pincha aqui.





Bueno, aqui tenemos al nuevo habitante de mi casa, es....un raton, si, habeis acertado, se llama Tao y nació el 13 de septiembre, lose porque soy intimo de la madre y me lo dijo, jeje. Vamos, me lo he traido del animalario, y ponen la fecha de cuando han nacido. No debo de caerle muy bien....a sus hermanos los he utilizado en el laboratorio...para digamos....esto....vamos, ya no estan entre nosotros. Pero a él me lo he traido a casa, y hay esta, ahora a esperar que aguante, porque es muy pequeño y nose si saldrá adelante (Tao acepta donativos para su mantenimiento, jeje).
Que eso, saludos de Tao!!!

Hoy ha sido mi primer día de clase. Todavía no me hago a la idea de que se me han acabado las vacaciones, pero hoy en el comienzo del que espero sea mi último año de facultad me he sentido un poco como el primer día. Bueno, como el primer día no… por que el primer día que aparecí por el CES Felipe Segundo de Aranjuez solo me encontré con dos compañeros más y la señora de la limpieza, quien nos dijo que habían retrasado el comienzo del curso una semana y se rió al comprobar que habían avisado a todos menos a nosotros tres. El caso es que hoy, cuando me faltan solo cuatro asignaturas para ser ingeniero, estaba como en el verdadero comienzo de curso de aquel año: ya conocía el lugar, conocía algunos compañeros (ahora más que entonces) y un profesor nos estaba contando lo difícil que era esto y cuánto teníamos que estudiar.

Bueno, igual… igual no, me he sentido más viejo y más cansado. En realidad estoy un poco harto de viajar hasta allí (dos horas más o menos de ida y otro tanto de vuelta), pero también es cierto que me lo estoy tomado con mucha calma. No es que me arrepienta de ver la vida como la veo, puesto que si de algo estoy seguro es de que he aprendido más en estos cinco años de lo que he vivido fuera de la facultad que de lo que he visto en las clases, pero tengo ganas de terminar con ello, que me den el título y empezar cosas nuevas.

Bueno pues nada más, que mucha suerte a todos los estudiantes y a ver si al final de junio podemos planear un gran verano sin nada que estudiar.

Una vez un rey celebró una fiesta. A ella acudieron las princesas más guapas del reino. Un soldado que hacía la guardia vio pasar a la hija del rey y se enamoró enseguida. Pero... ¿pero que podía hacer un pobre soldado en comparación con la hija del rey?. En fin... un buen día consiguió hablar con ella y le dijo que no podía vivir sin estar a su lado.

La princesa quedó tan impresionada con por su fuerte sentimiento que le dijo al soldado:

- Si consigues esperar 100 días y 100 noches bajo mi balcón al final seré tuya.

Y a partir de ese instante el soldado se fue allí y la espero 1 día y 2 días y 10 y luego 20.

Y cada noche la princesa le observaba desde la ventana pero él no se movía nunca. Con la lluvia, con el viento, con la nieve siempre estaba allí, las palomas se le cagaban encima y las abejas se lo comían vivo.

Pero él no se movía.

Después de 90 días estaba tremendamente delgado, pálido, al pobre le resbalaban las lágrimas de los ojos y no podía contenerlas, ya no le quedaban fuerzas para dormir.

Mientras la princesa seguía observándole y... al llegar la noche 99 el soldado se incorporó. Cogió la silla y se largó de allí.

¿Al final? Sí, al final, y no preguntes cual es el significado...

Fragmento de la película "Cinema Paradiso"



Bueno queria mostraros esta foto de mis últimas vacaciones en Agosto, estuve en Málaga pero tuve que hacer una visita relámpago a Granada por segunda vez, y no será la última visto lo visto.
La foto es del Generalife del conjunto monumental de la Alhambra, por lo que se ve poco hay que decir y eso que no es lo mas bonito de allí aunque parezca mentira. La verdad que da que pensar que en Granada hace 600 años los afortunados que ahí estuvieron vivian como nadie. Viendo aquello quien no querría haber sido moro en aquella Granada. Aquello parece sacado de los cuantos de mil y una noches.

Pues eso, espero que os guste y os animeis a visitar Granada, y a los que ya conozco si os animais un año os la enseño encantado.

Eso si los que querrais ir acordaos de sacar entradas antes (preguntar en cualquier oficina del BBVA) que si no no vais a ver nada solo jardines jejejej.

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