En mi día a día y entre la gente que me rodea me encuentro con gente a la que simplemente admiro. Lo cierto es que no se si se lo he dicho, a algunos si pero a otros no (y puede que nunca lo haga). Y es que tienen un modo de ser, de afrontar la vida pese a todo lo que han vivido en el pasado (o quizás gracias a ello) que hace que les admire y que me guste que estén en mi vida de un modo u otro.

Recuerdo cuando mi abuela abría el cajón de la alacena para darme la merienda: un poco de pan y dos onzas de chocolate. Entonces yo cogía el pan, le quitaba toda la miga y metía el chocolate dentro para comérmelo.



Mi oficina lleva toda la semana oliendo a chocolate. A la vuelta de las vacaciones traje una tableta de allí para compartirla con mis compañeros. Es (era, ya queda poco) una tableta enorme como la de la foto. La verdad es que creo que no acerté, después del verano algunos se han puesto a dieta.

¿En CuAnTo A mI?

A mi me gusta el olor a chocolate :)

Hace tiempo me jugué unas cañas con dos amigos y perdí. Vamos... perdímos dos y le teníamos que pagar las cañas al otro. Quedé con ellos para ver un partido de fútbol y saldar la deuda y como es habitual en mi llegué antes de la hora. Cogí sitio y esperé a que mis dos amigos (conocidos) vinieran y cuando ya iba por la tercera caña y el partido llegó al descanso me dije "va a ser que estos no vienen". La verdad es que lo pensé mucho antes, pero no tenía el teléfono de estas personas para poder darles un toque (mientras que ellos si tenían el mío). La verdad es que me sentó muy mal. No solo que no aparecieran sino que en el tiempo que ha pasado hasta ahora no me dieron una explicación lógica, además de que el partido era de un equipo que no era el mío (la final del año pasado de la Europa League del Atlético de Madrid) y que a mi el fútbol ni me va ni me viene si no lo veo con alguien con quien comentarlo, que es lo que me gusta.

Hoy me reencontré con uno de ellos y la verdad es que me alegré de verle. La última vez que hablamos las cosas no le iban demasiado bien, y eso ha cambiado. Le dije que consideraba mi deuda pagada y que me debían una caña. Después de darme la razón apunté su número y me dijo que a ver si quedábamos, a lo que respondí que yo no organizaba ninguna quedada más, que si quería tenía mi número que yo si que aparecería.

Ya os contaré (o no) si al final hay cañas.

Archivo del blog

Ultimos Comentarios

Derechos de autor

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

No te olvides visitar

Nuestra mascota

No te olvidamos

  • MeiKo
  • Meiko

    "Haz que cada dia cuente"

¿Quienes somos?

  • sacris
  • Sacris

  • Jos
  • Jos

  • JoseFaura
  • JoseFaura

  • minel
  • minel

Escribenos

    sobrevuelo@gmail.com

¡Síguenos!

Nos visitan...

ecoestadistica.com

Cambiando el mundo

Proyde

Kyoga Foundation

Usa OpenOffice

Ubuntu Linux para seres humanos

únete

Aparcas como el culo

1 Libro = 1 Euro ~ Save The Children