En una lluviosa tarde de domingo, anochecido, con el agua salpicando en la ropa, quedó con ella en la parada del autobús, estaban frente a frente pero no se vieron, entonces ella se giró y lentamente se acercó a él.
Cruzaron una sonrisa, tras un fin de semana sin saber nada ninguno del otro. Ya no importaba el fin de semana, tan solo estaban ella, él y el ahora.
Anduvieron calle abajo sin sentido, sin preguntarse donde ir, pero los dos sabían lo que querían, pasar el resto de la tarde juntos, cruzándose miradas de complicidad, sonrisas sinceras y una sensación de felicidad por volverse a ver.
Todo ello, envuelto por un entorno desolado, casi sin gente, húmedo y con una leve lluvia que les llevó hasta un parque, allí iluminado, un mirador, un balcón desde el cual poder observar todo lo que les envolvía bajo aquel manto de agua cristalina.
Cual fue su sorpresa, al ver algo inesperado y majestuoso en un sitio como ese… una sensación extraña invadió sus cuerpos y les transportó, entre palabras y sonrisas, a un lugar más poblado.
Allí hicieron un alto en el camino, sabían que era el tramo final de la velada, pero no les importó, disfrutaron de ese momento como si fuera el primero de sus vidas en común.
Entre sonrisas, miradas de complicidad, palabras que se quedaron en el momento pero que retumbarán en sus recuerdos… pasaron el resto de la tarde. Algo en común les hizo conectar, la fría noche de la ciudad, aunque el calor de sus corazones les mantuvo atentos a todo lo que sucedió entre ellos.
Hasta que llegó el momento y les llevó de nuevo a la parada del autobús, en el que se despidieron hasta una próxima tarde de paseo, en la que sus corazones volverán a encontrarse y podrán decirse todo lo que han pensado a solas sin verse.
Cruzaron una sonrisa, tras un fin de semana sin saber nada ninguno del otro. Ya no importaba el fin de semana, tan solo estaban ella, él y el ahora.
Anduvieron calle abajo sin sentido, sin preguntarse donde ir, pero los dos sabían lo que querían, pasar el resto de la tarde juntos, cruzándose miradas de complicidad, sonrisas sinceras y una sensación de felicidad por volverse a ver.
Todo ello, envuelto por un entorno desolado, casi sin gente, húmedo y con una leve lluvia que les llevó hasta un parque, allí iluminado, un mirador, un balcón desde el cual poder observar todo lo que les envolvía bajo aquel manto de agua cristalina.
Cual fue su sorpresa, al ver algo inesperado y majestuoso en un sitio como ese… una sensación extraña invadió sus cuerpos y les transportó, entre palabras y sonrisas, a un lugar más poblado.
Allí hicieron un alto en el camino, sabían que era el tramo final de la velada, pero no les importó, disfrutaron de ese momento como si fuera el primero de sus vidas en común.
Entre sonrisas, miradas de complicidad, palabras que se quedaron en el momento pero que retumbarán en sus recuerdos… pasaron el resto de la tarde. Algo en común les hizo conectar, la fría noche de la ciudad, aunque el calor de sus corazones les mantuvo atentos a todo lo que sucedió entre ellos.
Hasta que llegó el momento y les llevó de nuevo a la parada del autobús, en el que se despidieron hasta una próxima tarde de paseo, en la que sus corazones volverán a encontrarse y podrán decirse todo lo que han pensado a solas sin verse.
16 de noviembre de 2005, 15:32
Bueno, lo prometido es deuda, espero que este sea más alegre que los anteriores, he hecho lo que he podido... acepto sugerencias y alguna que otra crítica, jejeje, pero solo si es constructiva, ehhh...
También agradecerselo a la morena de ojos negros y piel canela, que me sirvió de inspiración, ella sabe quien es...
Nos vemos!!
16 de noviembre de 2005, 17:45
Que bonito! Mientras lo leia, no me imaginé precisamente a esa morena de piel canela, pero vaya, que me introducí de lleno en el relato y no me importaría ser yo la protagonista.
Un besote a tod@s!
16 de noviembre de 2005, 19:47
A mi esto me suena a un momento que no me gusta recordar, porque fue uno de los días más aburridos de mi vida.
Un saludo, ciao.
16 de noviembre de 2005, 21:46
Lo siento bambino... se me olvidó lo que te pasó... pero bueno, para mí y creo que para la mayoría de los que lo lean será algo bonito...
Así que conseguí escribir algo bonito, oleeee..!!!
17 de noviembre de 2005, 13:58
Es tierno... compartir el calor de los corazones...solos...con el ahora...
me ha gustado mucho, y se ha dibujado una sonrisilla en mi cara mientras soltaba un "ainsss..." ;)
besitos
17 de noviembre de 2005, 16:03
Asi me gusta!! escribiendo cosas que llegan al corazon pero no con tristeza (que también esta bien, pero no siempre)
A mi me ha gustado. Saludos!!
17 de noviembre de 2005, 17:20
oye!lo del bambino es mio eh!a veces no hacen falta muchas cosas,sólo la compañía deseada y con lluvia, frío y vacío en el ambiente se crea una magnífica velada
17 de noviembre de 2005, 18:09
Suena dulce... soñar con el próximo paseo...
Un beso.