El otro día volvía en el metro y el vagón iba vacío. Volvía de Barajas, de intentar ver a una amiga que hacía escala allí pero no pudo ser: el avión que la traía a Madrid llegó con retraso y el que se la llevaba de nuevo a su tierra salió a su hora, asique nos quedamos sin vernos (la próxima vez será niña). El caso es que en Barajas me encontré con otras dos personas que habían quedado con ella también. Gente de este mundo de los blogs con las que solo he coincidido un día (ahora dos), y la verdad es que pasé un rato muy agradable con buena gente (la próxima caña la pago yo).
Como iba diciendo volvía en el metro y el vagón iba vacío, y pensando en mi amiga, en estas dos personas a las que casi no conozco y en un montón de gente que conozco más me vinieron a la mente frases que me han dicho bastante como pueden ser "no cambies nunca", "eres un cielo" o "eres un sol", y me puse a filosofar sobre este tipo de frases que se dicen de vez en cuando.
Me he dado cuenta de que muchas de esas personas que me lo dijeron no están ya en mi vida. Pasaron, estuvieron un tiempo y luego se fueron sin pena ni gloria, dejando un sabor dulce a veces y amargo en otras. Después vinieron otras o volvieron las anteriores, quizás no con esas frases pero si con otras parecidas creyendo que a fuerza de repetirlas se podría derribar el muro de la distancia.
Dicen por ahi que las palabras se las lleva el viento. Yo no creo que eso sea cierto del todo, pero el paso del tiempo a veces lo confirma.
Como iba diciendo volvía en el metro y el vagón iba vacío, y pensando en mi amiga, en estas dos personas a las que casi no conozco y en un montón de gente que conozco más me vinieron a la mente frases que me han dicho bastante como pueden ser "no cambies nunca", "eres un cielo" o "eres un sol", y me puse a filosofar sobre este tipo de frases que se dicen de vez en cuando.
Me he dado cuenta de que muchas de esas personas que me lo dijeron no están ya en mi vida. Pasaron, estuvieron un tiempo y luego se fueron sin pena ni gloria, dejando un sabor dulce a veces y amargo en otras. Después vinieron otras o volvieron las anteriores, quizás no con esas frases pero si con otras parecidas creyendo que a fuerza de repetirlas se podría derribar el muro de la distancia.
Dicen por ahi que las palabras se las lleva el viento. Yo no creo que eso sea cierto del todo, pero el paso del tiempo a veces lo confirma.
Atom
7 de marzo de 2007, 1:01
Pues sí, a mí también me mola hacer de pitufo filósofo a veces (mejor dicho de pitufina) y acordarme de esas personas que formaron parte en tu vida y que ahora no sabes ni dónde están. Acordarme de esas que se cabrearon por una nimiedad y te negaron la palabra. Acordarme de esas personas que no forman parte de tu día a día pero que pase el tiempo que pase están ahí... Pero mirar atrás no es bueno, en serio, el pensar ocioso es malo -ya lo decía Unamuno- hay que mirar al frente y disfrutar de las personas que hoy te dicen que eres un sol y no recordar a las que te lo dijeron en su día ni pensar en si dentro de unos años te lo seguirán diciendo...
En fin... pitufina filósofa.
7 de marzo de 2007, 20:49
Sacris, hay palabras que se las lleva el viento sólo para una de las dos partes. Para la otra, se instalan en el corazón y cuesta mucho trabajo sacarlas.
Piensa que si alguna vez lo dijeron probablemente es porque lo sintieron. Y lo demás son circunstancias de la vida.
Un besote.
7 de marzo de 2007, 23:02
sub que razón tiene Unamuno, el pensar ocioso es malo
not for sale a mi lo que me resulta curioso es la fugacidad de los sentimientos, pero si, hay que disfrutarlos mientras están y recordarlos cuando ya no.
8 de marzo de 2007, 15:14
Hay veces que ni si quiera merece la pena recordarlos porque aunque en su momento nos hicieran felices, ahora nos hacen daño.
8 de marzo de 2007, 20:02
Las cosas cambian mucho, que te voy a contar que no sepas.
Un saludo.
8 de marzo de 2007, 23:31
Las palabras se las lleva el tiempo, estoy convencida. Si no se utilizaran todas esas palabras con la ligereza con la q las usan la mayoría de las personas otro gallo cantaría. Cada persona le da una importancia distinta, y eso puede ser un problema.
En cuanto a lo de q una gente va y otra viene supongo q es igual q en la vida real, solo q aquí es más fácil desaparecer..
Saludos!
9 de marzo de 2007, 8:24
usuario anónimo en eso tienes razón pero... ¿como se llega a ese extremo de que te haga daño alguien querido? De ser asi, ¿hay vuelta atrás?
josefaura pero intentar que las cosas sean iguales siempre es un imposible.
alana yo no lo llego a creer del todo. Muchas palabras se las lleva el viento y el tiempo se encarga de demostrarlo, pero en cambio otras el tiempo también se encarga de que se queden grabadas a fuego en ti.