feb
27
Como ya os conté hace un par de años me engañaron para que me apuntara a un equipo de la ONCE de fútbol sala, como portero. Les hacía falta porque una de las reglas es que el portero ha de ser vidente y aunque tenían dos porteros querían uno más por si acaso se lesionaba alguno de los titulares. A mi me venía bien, porque además de que no estaba (ni estoy) en forma era una buena escusa para hacer deporte y además... pues me gustaba la idea de estar en un equipo con gente que me caía (y me cae) bien.
El caso es que este año han cambiado un poco las cosas. Somos la misma gente (casi) pero este año parece que han perdido el interés por los entrenamientos y llegamos allí y solo estamos los otros dos porteros, el entrenador y yo. Lo hemos hablado varias veces y hemos pasado de los tres entrenamientos semanales que teníamos el año pasado a solo uno, e incluso así solemos ser más videntes que invidentes en dichos entrenamientos. Y ya no es solo en los entrenamientos: la liga tiene ocho partidos y si no te presentas a dos te expulsan. Pues bien, ya habíamos faltado a uno y para el partido del sábado fueron solo tres jugadores de campo, con lo que el árbitro no quiso empezar el partido.
Y entonces me desmotivo yo. Me desmotivo mucho. Y es que para mi es un buen modo de obligarme a hacer deporte y veo que se acaba porque no tiene sentido. ¿Que por qué no tiene sentido? Muy fácil: aunque a mi me guste mucho el equipo la realidad es que los entrenamientos son por y para los afiliados a la ONCE. Es esta institución la que les proporciona unas instalaciones realmente magníficas y les prepara la competición, e incluso les paga algún viaje a partidos fuera de Madrid, les paga un entrenador y les paga a los porteros (poco y por convocatoria y casi nunca he ido convocado, ni he querido ir a no ser por necesidad del equipo). Y en cambio la gente de mi equipo se queja por todo, protesta a todo y por todo y no asume su responsabilidad: siempre son los demás los que fallan.
Le veo el final a mi época de deportista de élite ya que como os he contado antes estamos pendientes de lo que diga la federación por el partido del sábado, y casi no sé si es mejor que nos expulsen de la competición, porque seguir así es un sinsentido y estoy un poco cansado de las luchas sin sentido.
