En un verano de hace bastantes años llevaron a mi pueblo una máquina recreativa en la que cada partida costaba cinco duros. Un día de ese verano llegué a gastarme quinientas pesetas en una tarde en esa máquina, cantidad que para un chaval en aquella época era mucho dinero. La tarde se me pasó muy rápida y no fui consciente de lo que había hecho hasta que llegué a casa. Como siempre he sido muy maduro (pese a mi complejo de Peter Pan) aquel día decidí que debía recordar aquello cada vez que me encontrara en una situación parecida.
El viernes era la despedida de soltero de Stanz y fuimos al casino de Madrid a cenar porque le hacía ilusión. (Stanz, yo no entiendo las despedidas de soltero así, por muchas razones: primero porque el que se casa no debíera pagar y segundo porque el que se casa no debiera organizarla, pero bueno... ese no es el tema hoy). Como decía fuímos al Casino de Madrid y pasamos la noche entre mesas de juego. Había de todo: hombres solos, mujeres solas, viejos, jovenes, españoles, chinos.... de todo, pero me quedé maravillado de la cantidad de dinero que se movia en alguna de las ruletas. Incluso había gente que jugaba en tres o cuatro mesas a la vez.
La verdad es que el juego engancha. Primero cometes el error de jugar dos euros y medio (que era la apuesta mínima en la ruleta) a ver si aciertas el color, rojo o negro, en el que va a caer la bolita y después de estar un rato en el que has ganado y has perdido a partes iguales notas que el juego te llama. La tentación te llama. Tanto que hasta yo mismo me borré mi límite de diez euros que me había impuesto: cuando los perdí me jugué diez euros al rojo y acerté de modo que recuperé mi inversión inicial. Pero justo antes de salir y ya con mis veinte euros en fichas decidí intentar una apuesta más para ver si salía con fortuna de aquel lugar: cogí la mitad de las fichas y las aposté al rojo, pero esta vez salió negro.
En fin, como conclusiones saqué que perdí diez euros, que la noche estuvo divertida (más por la compañía que por el juego, vi a gente a quien hacía tiempo que no veía y estuve con gente con la que me siento agusto) y que no es cierto eso de que si eres desafortunado en amores lo eres en el juego.
El viernes era la despedida de soltero de Stanz y fuimos al casino de Madrid a cenar porque le hacía ilusión. (Stanz, yo no entiendo las despedidas de soltero así, por muchas razones: primero porque el que se casa no debíera pagar y segundo porque el que se casa no debiera organizarla, pero bueno... ese no es el tema hoy). Como decía fuímos al Casino de Madrid y pasamos la noche entre mesas de juego. Había de todo: hombres solos, mujeres solas, viejos, jovenes, españoles, chinos.... de todo, pero me quedé maravillado de la cantidad de dinero que se movia en alguna de las ruletas. Incluso había gente que jugaba en tres o cuatro mesas a la vez.
La verdad es que el juego engancha. Primero cometes el error de jugar dos euros y medio (que era la apuesta mínima en la ruleta) a ver si aciertas el color, rojo o negro, en el que va a caer la bolita y después de estar un rato en el que has ganado y has perdido a partes iguales notas que el juego te llama. La tentación te llama. Tanto que hasta yo mismo me borré mi límite de diez euros que me había impuesto: cuando los perdí me jugué diez euros al rojo y acerté de modo que recuperé mi inversión inicial. Pero justo antes de salir y ya con mis veinte euros en fichas decidí intentar una apuesta más para ver si salía con fortuna de aquel lugar: cogí la mitad de las fichas y las aposté al rojo, pero esta vez salió negro.
En fin, como conclusiones saqué que perdí diez euros, que la noche estuvo divertida (más por la compañía que por el juego, vi a gente a quien hacía tiempo que no veía y estuve con gente con la que me siento agusto) y que no es cierto eso de que si eres desafortunado en amores lo eres en el juego.
16 de junio de 2008, 22:48
ainssss,,, si es que los vicios,, qué malos son, eh ??
Pero bueno,,, yo no entiendo donde está la diversión de jugar con dinero, cuando no tienes curro creo que es más difícil encontrarla...a quien le guste, pues bien, si total, el dinero acaba siendo en muchas ocasiones la causa de la diversión, en casinos y en la vida en general.
Y lo de las despedidas de soltero... por el momento tanto entender esa celebracion,como las bodas, es algo que siempre me ha costado de entender y que a día de hoy sigue siendo igual. No sé si algún día...
17 de junio de 2008, 0:20
Yo sólo he ido una vez al bingo y me pareció una pérdida absoluta de tiempo y de dinero(afortunadamente poco). Y si ese refrán fuera cierto yo sería millonaria. Ains. Saludos.
17 de junio de 2008, 9:37
A mi me gusta jugar al Bingo pero con los cartones a 0.20 céntimos, en navidad en un bar de al lado de mis padres hacen partidas a ese precio aunque la verdad es que hace mucho que no vamos, pero las veces que hemos ido nos lo pasamos muy bien, más que nada porque a mi siempre me toca. Una vez fuí al bingo de verdad y no vuelvo, a parte de valer un montón el cartón no me daba tiempo a tachar iba muy rápido para mi!
En fin yo me reconozco adicta a internet y por días a algún juego de consola, pero no a otros vicios! Saludos!!
17 de junio de 2008, 10:29
La proxima visita al casino que sea para bailar y cenar. No veas la falta que hacen tios en estos sitios.
De verdad que eso si es un problema. O sea que dejate de juegos aprende a bailar y ....ya te contaré ji ji ji ji
17 de junio de 2008, 12:12
nunca he estado en ningun casino, ademas, el de mallorca es cutre, como todo lo que hay aqui. de todos modos el juego nunca me ha gustado, quizas me viciaria si, pero no es el caso. antes si que le daba a las recreativas, me pasaba ratos jugando a "Superman, Street Fighter II", etc... pero como ahora lo tengo todo en casa y gratis, pos poco esfuerzo me cuesta :)
17 de junio de 2008, 20:14
Además date cuenta de que si existen los casinos es porque ganan dinero con este tipo de negocio, y para eso la mayoría de gente que va tiene que perder pelas.
17 de junio de 2008, 22:14
Ludópata!!! :P
Una vez al año...y acaba enganchando :P
18 de junio de 2008, 21:49
ana_ pues si, todos los vicios son malos y si además te juegas un dinero que no tienes... pues aún peor.
laura yo estuve una vez y no lo pasé mal. También es cierto que estuvimos menos de media hora y no nos jugamos mucho, un par de euros cada uno. Pero si me pareció algo ridículo. Y lo de la suerte ya ves, yo sería muchimillonario.
di en casa de mis tios también juegan al bingo en navidades, tienen un juego de bingo de esos, que saca las bolas sola y todo. Bueno, es divertido... pero prefiero el mus :P
carlos martinez si yo iba con idea de ligarme alguna ricachona, pero es que no vi ninguna de buen ver jajaja.
tonee yo ya ni en casa. Juego un poco a la Wii y alguna vez a pegarme tiros con los compañeros de trabajo. Pero puff, últimamente no tengo tiempo para nada.
chasky pues si, y pierden y pierden... y además un montonazo.
asha jajajaja, si es que no se me puede dejar solo jajaja.