"Pajarito, delicia de mi amada,
con quien suele jugar y tener en su regazo,
y a quien, inquieto, ofrece la yema de sus dedos
para incitarle a agudos picotazos,
cuando, en su intensa nostalgia de mí,
le agrada entregarse a no sé que pasatiempo
para consolarse, imagino, de su dolor,
cuando se calma su profunda pasión:
poder jugar contigo, como ella hace,
y aliviar las tristes cuitas de mi alma
sería para mí tan agradable como dicen
fue para la veloz doncella la manzana de oro
que le aflojó el cinturón largo tiempo ceñido."
CATULO, Liber