Pasó una semana más (o una menos según se mire) y creo que ésta tiene un balance positivo. La verdad es que he llegado al viernes cansado y un poco cabizbajo (bueno… vale, algo más que “un poco”) pero es que algo me dice que como brujo que a veces soy debiera echar una mirada en la bola de cristal, puesto que en ella aparecen nubes grises. El caso es que acabo de llegar del bar, de tomarme una cervecita con gente que hace que me sienta bien solo con estar con ellos, unos más que otros, y la "terapia del consejo de sabios del rondo de las patatas dos salsas" a aliviado un poco mis días de gatos y noches de insomnio.
Pasó una semana más, o bueno, mejor dicho casi pasó una semana más (o una menos) puesto que aún queda el fin de semana que traerá más pesos a repartir en la balanza semanal, que por ahora con los más de tres quilos y medio que pesó al nacer el lunes Raúl, hijo de mi prima Cristina, ha quedado claramente inclinada hacia el lado positivo.
Raúl, Espero que la fortuna y la suerte te sonrían en esta vida.