A veces pasa que dejas de confiar en alguien. No es que haya hecho algo que haga que pierdas la confianza en él o ella, sino que simplemente miras a esa persona y no te sale contarle cosas que son importantes para ti. Entonces aparecen máscaras y escudos. Si, esas corazas que nos ponemos para que el resto del mundo no nos haga daño pero que curiosamente hasta ese día nunca nos había hecho falta con esa determinada persona.
Yo particularmente creo que todo va por rachas. En la vida tenemos rachas que nos sentimos unidos a unas gentes, luego por diversas circunstancias (la mayoría de las cosas tienen causa y efecto), por diversas circunstancias nos separamos de ellas y al tiempo nos volvemos a juntar y así sucesivamente.Por supuesto no quiero decir que siempre que nos alejemos de alguien vayamos a volver a sentirnos cercanos a él o a ella (ellos o ellas) en el futuro o que vayamos a dejar de confiar de todo el mundo que nos rodea. Simplente quería decir que a veces pasa.
28 de julio de 2005, 16:57
A veces pasa que no la distancia es la causa de la separación, a veces pasa que la persona que está físicamente más cercana a ti es la que más se aleja de tu ser, a veces pasa que esa persona que jamás habrías dado nada por ella se convierte en tu brazo derecho, a veces pasa... y a todos nos pasa. Como dice Luis Miguel en una canción "dicen que la distancia es el olvido[...] pero yo no concibo esa razón porque yo seguiré siendo el cautivo de los caprichos de tu corazón". La confianza no depende de la distancia física o geográfica, sino del vínculo entre nosotros. ya sabes que para mi la distancia jamás fue ni será un problema ;)
1 de agosto de 2005, 6:56
a veces pasa...
19 de agosto de 2005, 20:49
Buenísima reflexión. Ahora mismo me siento así y me has ayudado a verlo. En principio no sabía qué me estaba ocurriendo, pero en tus palabras he visto que llevas toda la razón, y con tu permiso, me gustaría escribir en mi blog una reflexión similar, pero con tintes de mi historia...