jul
28
El lunes pasado tuve que volver a ir a mi oficina para firmar unos papeles sobre unos cursos online que he realizado. Como entonces volví a entrar a tomarme una cañita con Juan y fue una alegría volver a verle a él y a su mujer. Cuando le dije "hasta luego" meses atrás sabía que las cosas serían distintas. Me enfrentaría a un nuevo trabajo, una nueva oficina con nueva gente y ahora que ha pasado el tiempo puedo afirmar que ha sido una experiencia positiva: he dado con un lugar donde los compañeros son buena gente y aunque la metodología no sea de mi agrado y preveo que el fin de este ciclo está cerca, he aprendiendo mucho. Otra cosa que ya no está como antes son mis estudios: he terminado la carrera y para el año que viene tengo planeado apuntarme en la UNED para hacer la superior (aunque la termine con cuarenta años).

De todos modos, cuando estaba en "Los Peques" ("Especialidad boquerones en vinagre") me di cuenta de que hay otras cosas que siguen igual: yo sigo sintiéndome demasiado pez de ciudad y Juan, pese a ser oriental, sigue haciendo una de las mejores tortillas de patatas de Madrid. Seguro que cuando vuelva a probarla tendré muchas cosas que contarles a él y a su mujer, al igual que este lunes.
De todos modos, cuando estaba en "Los Peques" ("Especialidad boquerones en vinagre") me di cuenta de que hay otras cosas que siguen igual: yo sigo sintiéndome demasiado pez de ciudad y Juan, pese a ser oriental, sigue haciendo una de las mejores tortillas de patatas de Madrid. Seguro que cuando vuelva a probarla tendré muchas cosas que contarles a él y a su mujer, al igual que este lunes.
