Es camarero. Entra a trabajar a las doce de la mañana y sale cuando cierran el bar, después de la una de la noche casi siempre. Desde que nacímos ha dedicado su vida a darnos a mis hermanos y a mi todo lo que él no pudo tener: juguetes, estudios, caprichos.... para él todo siempre fue poco para nosotros.
No siempre ha sido camarero. Cuando yo era niño mi padre tenía un puesto de ultramarinos en un centro comercial cerca de mi casa, que tuvo que dejar porque no daba dinero y los gerentes del centro comercial no le dejaron cambiar el puesto de ultramarinos por una frutería u otra cosa diferente. De aquella época guardo en el recuerdo mis gateos detrás del mostrador. Desde el cambio de profesión ha estado en tres bares diferentes trabajando pero siempre con malos horarios, muy diferentes a los mios.
La semana pasada le dijeron de un bar donde libraría los domingos y el horario de trabajo sería hasta las seis de la tarde. La verdad es que ya me había hecho ilusiones de verle cada noche y compartir las cenas con él, pero al final no ha salido: después de dos entrevistas mi padre ha decidido no trabajar allí puesto que no tenían ni un sitio para dejar la cazadora y bueno... no era el lugar más limpio del mundo.
Por un lado me alegro de que no cambie, pues sé que mi padre no iba a haber estado agusto despachando vasos sucios, pero por otro... que pena que el lugar no mereciera la pena.
Actualización: Se me olvidó contaros que antes de venir a Madrid mi padré trabajó en el bar de mi abuelo, en el pueblo. Os pongo un enlace de algo que escribí hace tiempo sobre ello, pinchar para leerlo :)
No siempre ha sido camarero. Cuando yo era niño mi padre tenía un puesto de ultramarinos en un centro comercial cerca de mi casa, que tuvo que dejar porque no daba dinero y los gerentes del centro comercial no le dejaron cambiar el puesto de ultramarinos por una frutería u otra cosa diferente. De aquella época guardo en el recuerdo mis gateos detrás del mostrador. Desde el cambio de profesión ha estado en tres bares diferentes trabajando pero siempre con malos horarios, muy diferentes a los mios.
La semana pasada le dijeron de un bar donde libraría los domingos y el horario de trabajo sería hasta las seis de la tarde. La verdad es que ya me había hecho ilusiones de verle cada noche y compartir las cenas con él, pero al final no ha salido: después de dos entrevistas mi padre ha decidido no trabajar allí puesto que no tenían ni un sitio para dejar la cazadora y bueno... no era el lugar más limpio del mundo.
Por un lado me alegro de que no cambie, pues sé que mi padre no iba a haber estado agusto despachando vasos sucios, pero por otro... que pena que el lugar no mereciera la pena.
Actualización: Se me olvidó contaros que antes de venir a Madrid mi padré trabajó en el bar de mi abuelo, en el pueblo. Os pongo un enlace de algo que escribí hace tiempo sobre ello, pinchar para leerlo :)
11 de abril de 2007, 21:00
Es una putada que el trabajo te impida hacer tantas cosas y algunas de ellas tan importantes como estar con tu familia. Vamos para que luego digan que el trabajo dignifica y esas gilipolleces, es una puta mierda trabajar y no hay nada más que hablar pero a ver qué hacemos sino tragar y jodernos.
Dale un abrazo a tu padre porque si aguanta esa mierda de horarios es solo porque quiere lo mejor para vosotros.
12 de abril de 2007, 19:09
Bueno, me alegra que le saques el punto positivo a lo del curro de tu padre. Al menos no le falta, que ya es mucho. Si ese no ha salido otro vendrá, de eso estoy segura. Tiempo a tiempo.
Bechitos guapetón =)
12 de abril de 2007, 19:40
chasky pues si, es una gran putada. Por eso, como solo cena en casa los lunes y los domingos, son cenas especiales.
mujer sonriente sip, al menos no falta. Hubo épocas en que estuvo en paro y fueron dificiles, pero también ahi mi padre me ha dado un buen ejemplo a seguir. A ver si viene otro con mejor horario, sería genial. 1bsto!
13 de abril de 2007, 0:12
No sabes cómo te entiendo. Mi padre ha pasado casi toda la vida embarcado, mareas de seis u ocho meses (en la época que yo ya recuerdo) y vacaciones de mes-mes y medio. Y ese tiempo que estaba con nosotras era fiesta todos los días!!!
Besitos, guapo.
13 de abril de 2007, 17:39
Que bonita historia...Una pena que no pueda librar mas...El caso es que este en un sitio donde se sienta a gusto. Yo tambien comprendo como muchos lo que es tener un padre que trabaja la mayor parte del día y casi no le ves...
Saludos!
14 de abril de 2007, 10:28
ana ufff, ocho meses seguidos! Que vida más dura la del pescador.
el cuervo si, al menos donde está ahora está a guusto con la gente y el lugar, lo único los horarios.
La verdad es que no sabía si mucha gente entendería lo que contaba, pero ya veo que si.