Como ya os conté en la oficina tengo un tarro de caramelos. A veces cuando me surgen dudas en mi trabajo y tengo que visitar a algún compañero a preguntarle cojo del tarro unos cuantos caramelos y se los llevo a la persona a la que le voy a preguntar y a los que le rodean. Lo hago solo a veces, no siempre, porque con la costumbre se pierde el sentido de las cosas importantes.
El otro día una compañera me dijo que el caramelo había sido lo mejor que le había pasado en el día, y es que a veces un detalle sin importancia puede cambiar el color de todo lo que miras aunque esté todo gris.
Mañana cuando llegue a la oficina lo primero que haré antes de encender el pc y después de dar los buenos días será coger del tarro un caramelo de naranja y comérmelo.
El otro día una compañera me dijo que el caramelo había sido lo mejor que le había pasado en el día, y es que a veces un detalle sin importancia puede cambiar el color de todo lo que miras aunque esté todo gris.
Mañana cuando llegue a la oficina lo primero que haré antes de encender el pc y después de dar los buenos días será coger del tarro un caramelo de naranja y comérmelo.
19 de febrero de 2010, 23:34
a veces cuando un dia te va mal un caramelo arregla mucho tu compi tiene razon
besos lady
20 de febrero de 2010, 9:37
Los caramelos de naranja son mis preferidos.
22 de febrero de 2010, 22:22
Tus compis de curro te adoran . . . ¡Confiésalo! =)
23 de febrero de 2010, 8:46
lady pues lo mismo no lo arregla, pero los endulza un montón :P
chasky además ahora he comprado unos de esos grandes y redondos de naranja y de limón que están ricos, ricos
mujer sonriente en verdad me oodian, pero los compro con caramelos jaja.