Hace unos años tenía clase por la mañana y por la tarde en la facultad. Resulta que la universidad me quedaba muy lejos de casa por lo que no me daba tiempo a ir a comer a casa para volver a la tarde, de modo que solía quedarme allí con un compañero de clase. Entre la última hora de la mañana y la primera de la tarde había una diferencia de tres horas, por lo que cada día inventábamos una cosa nueva para pasar el rato.
Un día compramos una caja de esas redondas de patatas Pringles y con la tapa redonda comenzamos a jugar a lo que llamamos “la pringá”. Resulta que dando una patada al disco y sin que hubiera mesa de aire debajo como en las salas recreativas, éste cogía una buena velocidad, de modo que nos pusimos a jugar en medio del pasillo de la facultad, que estaba vacío. El ancho del pasillo delimitaba las porterías y el partido acababa cuando uno llegaba a los 20 goles.
¡Anda que no se hacía ejercicio! Había que comprender la técnica puesto que dependiendo de la cara de la tapa que estuviera hacia arriba el disco cogía más o menos velocidad y hacía más o menos efecto, había un lado bueno y uno malo de modo que tuvimos que incluir una regla más: no se podía tocar el disco con las manos, ni para pararlo (podía coger bastante altura) y había que golpearlo como cayera y dónde cayera.
Y así nos pasamos una semana jugando, incluso llegamos a hacer un rey de la pista entre cuatro o cinco personas, hasta que al final las ordenanzas de la facultad vinieron a echarnos la bronca por armar escándalo y nos prohibieron seguir practicando nuestro juego. Fue divertido mientras duró.
Un día compramos una caja de esas redondas de patatas Pringles y con la tapa redonda comenzamos a jugar a lo que llamamos “la pringá”. Resulta que dando una patada al disco y sin que hubiera mesa de aire debajo como en las salas recreativas, éste cogía una buena velocidad, de modo que nos pusimos a jugar en medio del pasillo de la facultad, que estaba vacío. El ancho del pasillo delimitaba las porterías y el partido acababa cuando uno llegaba a los 20 goles.
¡Anda que no se hacía ejercicio! Había que comprender la técnica puesto que dependiendo de la cara de la tapa que estuviera hacia arriba el disco cogía más o menos velocidad y hacía más o menos efecto, había un lado bueno y uno malo de modo que tuvimos que incluir una regla más: no se podía tocar el disco con las manos, ni para pararlo (podía coger bastante altura) y había que golpearlo como cayera y dónde cayera.
Y así nos pasamos una semana jugando, incluso llegamos a hacer un rey de la pista entre cuatro o cinco personas, hasta que al final las ordenanzas de la facultad vinieron a echarnos la bronca por armar escándalo y nos prohibieron seguir practicando nuestro juego. Fue divertido mientras duró.
4 de junio de 2007, 5:25
Jajajaja muy bueno chavalote. Oye, ¿Cómo estás?
Un abrazo muy grande
4 de junio de 2007, 19:09
q falta de consideración de las ordenanzas no?? No entienden q la vida de estudiante es muy dura y habrá q desahogar toda nuestra ira con algo no??
4 de junio de 2007, 22:50
Ya me enseñaras como se juega a eso ;-). Un saludo
4 de junio de 2007, 23:12
Ain, esos juegos de facultades, y que siempre cuando se empieza a poner la cosa interesante los prohiben. No hay derecho
4 de junio de 2007, 23:17
Alvaro pues ya mejor, hoy fui al médico y me ha dado la baja por otra semana, pero si todo sigue asi me ha dicho que la semana que viene lo mismo me da el alta. A ver si es verdad que estoy harto de estar en casa.
alana jejeje, yo no soy una persona con ira, más bien una persona aburrida. Que cabrones, con lo entretenido que era!
JoseFaura necesitaremos una superficie lisa y una caja de patatas de esas jajaja.
jos pues si, ya empezabamos a pensar en un torneo en serio y en animadoras, pero nos lo jodieron antes. En fin...
5 de junio de 2007, 11:08
Me preocupas, espero que eso se haya pasado y no te haya dejado secuelas.
Eso de dar golpes a una cosa en un pasillo ¿no es lo que hacia JOSE MARIA AZNAR? y mira....
5 de junio de 2007, 20:50
Os imagino, os lo debiais pasar "teta",y esos ordenanzas miro que no los entiendo, jajaja que problema había si el pasillo estaba vacío no habia nadie en fin.. Buenos tiempos aquellos de la universidad sí ;).Cuidate que te vaya bonito
5 de junio de 2007, 23:48
mire usté carlos martinez jajajaja, de verdad me ves con bigote?
nuska la verdad esq no molestabamos, pero comprendo q nos echaran la bronca, nos pasabamos un poco jaja.