jul
26
Llevo unos días con problemas técnicos en el edificio en el que vivo. La puerta de acceso tiene una apertura automática, controlada con un muelle electrónico, y no hace más que fallar, dar golpes contra el cerco y molesta a los vecinos y como no, a nosotros que vivimos casi con ella por la cercanía.
Pues bien, he tenido que llamar varias veces esta semana a los técnicos de mantenimiento, y la han regulado una y otra vez. Ha mejorado en lo que va de semana pero anoche al acostarme sólo se escuchaban chirridos y roces entre el marco y el brazo del muelle, así que esta mañana lo tenía claro.
Me he armado con un aceite para engrasar piezas metálicas en fricción (por no decir nombres, ni marcas) y le he dado bien, por todos los sitios y resquicios, y luego la he puesto un par de veces en marcha. Ahora va como la seda, y no dice ni pio.
Los vecinos tan contentos, y yo esta noche espero dormir sin chirridos como si el portón del castillo estuviera engrasado, sólo me falta el fantasma. Os preguntaréis como es que os cuento esto y porqué lo hago yo, pero eso es otra historia.
