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Ayer después de un par de días bastante intensos y de dar un Adios II (que he decidido no contar en el blog) volvía de mi pueblo bastante cansado cuando se me ocurrió hacer una pequeña parada en el Ikea de San Sebastián de los Reyes para comprar un mueble pequeño (esto si que lo contaré). Venía por la Nacional I (la de Burgos) y a la salida de la misma justo antes de entrar en el Ikea hay una maldita rotonda. Pues bien, estaba yo tan tranquilo esperando para incorporarme cuando el que venía por detrás me golpeó. “Creía que ya habías salido” me dijo, "¿pero es que no miras hacia delante cuando conduces?", pensé yo. Total, que me tocó estrenar mi chaleco reflectante amarillo chillón y salir a rellenar el parte pertinente. Menos mal que el otro conductor era buena gente, no era una rubia despampanante pero al menos no era un energúmeno, me pidió perdón y sacó el parte y lo rellenamos en un momento, porque después de todo el día no tenía ganas de discutir con nadie.
En fin, ya le he mandado mi copia al seguro por email. Mi coche no sufrió mucho, al menos no tanto como conmigo, sólo se dobló un poco la matricula, se salió la luz que hay sobre la misma y se abolló un poco el parachoques trasero gris.
En fin, que a ver como acaba todo.
En fin, ya le he mandado mi copia al seguro por email. Mi coche no sufrió mucho, al menos no tanto como conmigo, sólo se dobló un poco la matricula, se salió la luz que hay sobre la misma y se abolló un poco el parachoques trasero gris.
En fin, que a ver como acaba todo.
