Ayer fui a ver al especialista por lo de la posible hernia que detectó mi médico de cabecera. Después de estar una hora esperando por fin entré al cirujano, que después de mirar un poco la zona donde
está la hernia me dijo que él no veía nada, pero que en la zona de la operación (dónde debiera estar mi vesícula) pues que veía algo raro. De modo que me dio un volante para que fuera directamente a urgencias a La Paz para que me hicieran una ecografía y que lo valoraran. Y allí que me fuí con mi hermano y mi madre, puesto que éste especialista no me dio muchas explicaciones: “
a ver si hay algo en el hígado, o a ver si algo anda mal en el estómago... tu ve que lo mismo tienen que volver a operarte o te mandan a casa, pero que lo valoren ellos.”
Llegamos allí y después de media hora nos atienden en urgencias Nos toman nota y a esperar a la salita. A los tres cuartos de hora ya me recibe el médico de urgencias que si que nota la hernia o “pequeña masa” como dice ella. De la operación no dice nada: análisis, radiografía y cabreo porque el especialista no debiera haberme mandado allí: “
es una cosa de seguimiento progresivo, no es una urgencia pero ya que te han mandado para acá vamos a mirarte por si acaso”. A las dos horas, después del análisis y la radiografía vuelven a llamarme para la consulta médica y cuando entro en la sala había cuatro médicos. Voy al médico especialista en el ambulatorio, éste me manda a urgencias por otra cosa diferente a la que iba, y ahora en el box hay cuatro médicos.... si ya iba con la mosca detrás de la oreja....
reunión de pastores... oveja muerta. Mandan salir a mi hermano y a mi madre fuera y ya me exploran de nuevo:
los análisis todos bien, la radiografia no muestra nada raro y la masa pues que no parece una hernia pero hasta que no se normalice toda la zona pues que no pueden valorar bien.
Después de seis horas (de 8 a 2 más o menos) me vuelvo para casa. Que me tranquilice, que todo va bien y que vaya a ver al médico que me operó para que siga mi progreso. Vaya día, por cada médico que pasaba la misma pregunta “
¿Y tan joven y ya te han quitado la vesícula?”, pues tenían que ver todo mi historial clínico, solo les faltaba decir “
Así vas a durar cuatro días chaval”. En fin, solo queda contar una casualidad que me pasó: cuando estaba sentado en la sala de esperas de urgencias pasó una chica de unos quince años con una mochila pequeña y vieja.
En la mochila había un dibujo: Campanilla. Sería solo una casualidad, pero Peter Pan se sintió más tranquilo.